lunes, 14 de junio de 2010

Mi primer amor

Existen infinidad de historías que contar, y esta es una especie de bitacora de mis relaciones romanticas y carnales en especial. Ahora como estamos de primeras veces, me remitire mucho tiempo atrás, a una de aquellas que no resulto tan bien que digamos. Todos tenemos nuestro primer amor, aquella primera vez en la cual las hormonas y los sentimientos empiezan a mezclarse de forma desconocida hasta ese entonces.

Todo empezo en aquella etapa de transición entre la niñez y la adolescencia, los sentidos empiezan a despertar y los instintos animales a aflorar. En aquellos días cuando inicio mi primer año de secundaría, aun era el niño aquel acostumbrado a ser el primero en todo, que salía de su casa con el uniforme limpio y bien planchado, con la corbata puesta y el cabello fijado con alguna clase de gel o brillantina, apenas y lo recuerdo, y regresba de la misma forma. fue allí en ese legendario colegio, cuna de los mas grandes hombres de mi pueblo, pero tambien de una bandada de mal vivientes, donde la vi por vez primera, era una chiquilla hermosa, de piel canela y larga cabello negro rizado, que sujetaba a medias con un improvisado moño, todavía puedo recordar cuando sus bellos ojos cafe se cruzaron con los míos, fue amor a primera vista. Por coincidencias del destino nos toco ser compañeros de aula, la politica era sentar a un hombre con una mujer, para de esta forma mitigar los demanes provocados por la inquietud de los varones. Como segunda coincidencia, lo cual era un designio mas que cualquier cosa, me toco comparti el pupitre con ella, su exquisito aroma me embriago desde el primer momento, no olía como las demás niñas, a pesar de su corta edad sus habitos y su mirada denotaban mayor experiencia que la de cualquiera en el salón. sentí estremecer cada fibra de mi ser cuando nuestras manos se rozaron por accidente, era el despertar a los incomprendidos campos del amor.

Dudo que alguien hubiera reaccionado de la misma forma, muy por el contrario en vez de dejarme llevar, el miedo, la verguenza, la inexperiencia ante esta chica que parecía llevarme leguas de recorrido, me retraí intentando negarme a lo que empezaba a sentir, le gustaba y ella a mí, eso se le notaba y cada uno de los entonces niños se percato de aquello, unos menos inocentes que los otros. Cuan crueles pueden llegar a ser los niños que reprochaban mi inexperiencia, mi actitud renuente hacia algo que no quería aceptar.. pero esa es mi naturaleza, negar lo que siento... el tiempo paso y al ver que aunque sentia lo mismo que ella, no tomaba la iniciativa, ella la tomo, pero no conmigo, sino con uno de mis amigos, entablando una relación con el, llegando a besarlo frente a mi, las chicas me decían que eso lo hacía para que reaccionara, pero yo me sentía herido, era mi primera decepción amorosa, la primera de muchas... en uno de aquellos bailes, sabiendo lo que sucedía y ante la mirada de mi compañero, la multitud nos arrincono detras de una puerta, para obligar a besarnos, fue la primera vez que sentí la calida sensación de un cuerpo femenino, sus pequeños pechos se sentían duros y erguidos, como flechas apuntando a mi infantil torso, su pubis, esa exquisita región extraña y desconocida para mi, se conecto con el mio y senti como mi aparato crecía e intentaba traspasar esa barrera de telas que los separaba, por primera vez mis manos se posaron sobre un trasero, hasta que finalmente paso, nuestros labios se rozaron apenas y una corriente estremecio todo mi ser, aquel segundo fue eterno, hasta que ruborizado la aparte de mi y huí a toda velocidad de lugar, queriendo quedarme, pero huyendo inexplicablemente... esa fue la ultima vez que la ví, en mi mente ronda su recuerdo cada vez que escucho esas canciones de selena o bronco, que pegaron en aquella epoca, rememorando mi primer amor...
Desde entonces las cosas cambiaron, no le volví a huir a una mujer y se convirtieron en mi vicio, pero mucho mas porque quería borrar ,de mi mente al seducirlas, el recuerdo de aquel gran amor al que abandone cuando quería quedarme.

Años despues me entere que emigro a Europa, para entonces ya era madre de dos hijos y no pasaba de los 16 años, no he vuelto a saber de su vida, y donde ses que se encuentre se llevo con ella el recuerdo de ser la primera mujer que ame y que perdí.

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