Podría dedicarle no solo uno, sino mil posts a las vivencias compartidas junto a mi bella vecina la gata; todo empezo por esas ganas de meterme en esos tibios y delicados muslos, en los que tantos otros ya habían estado... aquella primera vez era un soleado sabado de invierno,el lugar de la cita quedaba en un concurrido parque comercial, la verdad me sentía incomodo no solo porque mucha gente de nuestro pueblo viaja hasta ese lugar, sino también por la calidad de la gente que concurre allí, llevaba un jean blanco ajustado que resaltaba su solido trasero, y bajo este un hilo del mismo color, parece que fue ayer y ya ha pasado tanto tiempo, una blusa celeste bastante descotada que dejaba apreciar esos senos, que a mi criterio eran perfectos, ni muy grandes, ni demasiado pequeños, y un pañolon del mismo color, haciendo las veces de cintillo en su castaño cabello rizado que caía con naturalidad...
Me saludo con un beso en los labios, y sin esperar mas buscamos un taxi que nos llevo directamente a un motel no lejos de allí, directamente a la habitación, no habia que pasar por ese engorroso momento de que la cajera vea tu rostro... esta se encontraba cubierta de alfombras por todos lados, encendí el aire acondicionado y puse música, ella se sento sobre la cama y me miro fijamente con esos lindos ojos verdes, la tome de la cintura y la atraje hacia mi cuerpo besandola, ella me correspondio y rapidamente comence a besarle el cuello, sentía su piel estremecer mientras mis labios la recorrían, mis manos bajaban por su espalda hacía sus nalgas donde se posaron y de un tirón hacia adelante le hice sentir mi pene que luchaba por traspasar aquella barrera de tela, forzando por adentrarse en aquella humeda y calida vagina, ese movimiento fue la llama que termino de encender la mecha, todo su cuerpo temblo y su resporación se agito al igual que sus besos empezaban a fluír con naturalidad... en cuestión de minutos las prendas yacían por el suelo, mientras ella clavaba sus bellos ojos en los míos, por primera vez pude notar en ellos, un gesto de temor, me asombro que una mujer tan ducha en las artes carnales pudiera sentir algo así, la tire sobre la cama y volví a besarla en los labios, para seguir el recorrido hacía el sur, topandome con sus erectos pezones que mordisquie provocando una erupción de gemidos placenteros, para continuar hacía lo prohibido, sus gemidos se volvieron incontrolables cuando mis labios probaron de su calida y mojada vulva, no aguanto más y me pidio que entrara en ella, que se lo metiera y así fue, sus manos se aferraban a mi espalda con fuerza, arañando en ocasiones de tanta excitación, hasta que pude verlo en sus ojos, fui testigo del paso de la violencia y la pasión a la paz de un orgasmo que estremecía cada poro de su cuerpo, seguí unos minutos más hasta que me toco el turno.
Ambos nos hechamos en la cama a disfrutar de aquel momento, me alegraba de no haber arruinado la primera vez, una de las que mas recuerdan las mujeres... ella se paro y camino al baño, mientras yo disfrutaba viendola desnuda, salio minutos despues envuelta en una toalla y con el cabello recogido, completamente bañada, entonces vi algo que no imagine nunca, una lagrima rodar por su mejilla, la culpa la invadía, algo de lo que nunca que estuviera con ella hablo, o fue que estaban demasiado ensimismados que no se percataron, me oregunto si lo habia disfrutado y yo le conteste que si, entonces añadio que nos fueramos que ya habia conseguido lo que quería mientras sentia su voz quebrarse... no se porque lo hice, quizas las ganas aun saciadas a medias o algún impulso que no se como explicar, me acerque y la abrace, ella me rechazo por un instante, forcejeando para luego rendirse a mi, nos besamos y sentia en los labios sus lagrimas saladas, eso fue como un afrodisiaco que encendio nuevamente la pasión, y si el primero fue grandioso el segundo mucho mejor, esa sería una caracteristica común durante los dos años que a partir de entonces pasaron, cada vez era mucho mas intensa que la anterior...
Todo lo bueno se acaba y alguna vez les subire como termino esto, pero hasta entonces seguire subiendo historias de nuestros encuentros sexuales, o quizas siga con otras de tantas historias que he vivido
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