martes, 6 de julio de 2010

Una inolvidable aventura

Una de las características del ser humano es la capacidad que tiene para complicarse la vida, es tan fácil vivirla y a pesar de ella insistimos en volverla de cuadritos, creo que es por aquello que llaman sentimientos y que se nos dio de dotación a todos los seres humanos, unos han logrado dominarlos al punto de que solo utilizan los mas básicos y los demás los desechan y con ello todo rasgo de culpabilidad o cargo de conciencia; unos pocos han logrado deshacerse completamente de ellos, estos son los grandes monstruos, asesinos, sádicos y violadores de la historia, es que todo extremo es malo, el universo requiere de equilibrio. Generalmente soy del primer tipo, me gusta tener control de mi vida y solo utilizo los más básicos, el afecto hacia mis seres queridos, el sentido común y una que otra vez la piedad, rara vez la lastima hacia los demás seres del planeta. Pero llegan momentos donde se pierde el control de las cosas, y es allí cuando se ponen feas, esos sentimientos que son reemplazados por las sensaciones empiezan a mezclarse, el amor y el placer se conjugan creando una muy mala combinación. He amado a las mujeres en general desde que recuerdo, y ellas me han correspondido con la misma o incluso mayor intensidad, pero en ciertos momentos aparece una que deja una huella diferente a las demás y aquel sentimiento tan aciago aparecer, el amor, ese que nos convierte en cursis y mansos conejitos, que nos hace ver las nubes de color rosa pero que despedaza y destruye con la misma fuerza con la que construye. No me gusta esa etapa ya que pierdo mi inmortalidad e invulnerabilidad para convertirme en un humano mas, por suerte todo pasa, con el tiempo las heridas cierran y la mayoría solo recordamos los buenos momentos, hay también quienes jamás superan estas experiencias, pero esto es cosa de cobardes, la vida sigue su curso y hay que continuarla.



Hace ya algún tiempo en unas de mis jornadas diarias conocí a una de las mujeres mas influyentes en mi historia a corto plazo, ya la había observado antes y me agradaba de sobremanera, era dueña de unas curvas y unas piernas que me mareaban, de aquel tipo de mujeres que me han encantado desde siempre, alta, curvilínea, piernona, blanca, cabello lacio y claro; pero el destino quiso que aquella mañana compartiéramos el mismo lugar y la misma función. Normalmente tenía estrategias y tácticas en los campos amatorios, pero en aquellas épocas oscuras mis metas eran otras, además empezaba a experimentar una dificultad de acercamiento hacia el otro sexo que en cierta forma perdura hasta estos días, tenerla a corta distancia afino mis sentidos, su exquisito aroma penetraba por el olfato y recorría cada fibra de mi cuerpo estremeciéndolas. Si desde lejos la veía hermosa ahora de cerca no parecía humana, sino un ser celestial, una ninfa de los mitos griegos, el instinto animal es fuerte y en mi mucho mas que el racional, no en vano este blog se llama mi lado oscuro, por lo que termine rompiendo esa barrera mental que no dejaba entrar en confianza, asì conseguí su numero y le robe una que otra sonrisa, el tono de su voz fue como una melodía que se grabo en los tímpanos; desde aquel día la vida no volvió a ser la misma.

Paso algún tiempo antes de animarme a escribirle o llamarle, mas por el lugar donde estaba que por falta de ganas, aunque estar allí me hizo evolucionar en un sinfín de aspectos también desarrollo en mi una timidez estúpida e innecesaria. En fin el tiempo pasaba y esa diosa griega se adueñaba de mis pensamientos, la sangre me hervía de solo escucharla, así pasaron inclusive meses, hasta que empezó a demostrar interés de su parte, nos mensajeabamos seguido y las noches de guardia eran aprovechadas para una que otra llamada.

El tiempo siguió su curso y empezamos a tener contacto muy seguido, fue allí donde las cosas se complicaron, ya que ese libido del principio empezaba a convertirse en otra cosa, ya no era solo el deseo de recorrer aquel cuerpo casi perfecto y meterme entre sus piernas, comenzaba a admirar a aquella mujer tan tenaz y luchadora que sola sacaba a flote a una pequeña hija sin recurrir a caminos turbios, sin necesitar de un marido, me empezaba a enamorar, lastimosamente era consciente de que teníamos proyecciones a futuro muy distintas, que en algún momento llegarían a interferir. A pesar de ello, contrario a lo que debería, empezaba a abrirme tal y como realmente soy en el interior, y una tarde mientras nos dirigíamos al cine, nuestros labios se encontraron por vez primera en el asiento posterior de un taxi, se que no era el mejor lugar, pero fue donde se dieron las cosas, desde entonces ya nada volvería a ser como antes, ese fue el punto de quiebre de esta historia. Mientras mas la conocía mas me fijaba en su ser y menos en su cuerpo, la necesidad de tenerla a mi lado ya no era solo de índole carnal. El tiempo paso, sucedieron muchas cosas, aparecieron otras personas y el destino nos separaba aunque hiciera lo posible por evitarlo, quien diga que la distancia no interfiere en el amor no sabe lo que dice, no se necesita una excesiva para arruinar las cosas. Desde entonces nos alejamos y nos volvimos a encontrar, la ausencia y la tierra de por medio le pusieron fin a una hasta entonces hermosa relación… a pesar de ello y del dolor que se arremolinaba en mi pecho termine por aceptar lo inevitable, la comunicación siguió, no como antes pero al menos muy diferente a lo que pasa entre una ex pareja.

Así transcurrieron los meses, entre que viene y que va, entre que si y que no, hasta que nuevamente el destino cruel nos puso frente a frente, a escasos metros uno del otro, volverla a ver fue un mar de emociones, azotando violentamente contra las costas de mi corazón, estúpida palabra, para entonces creía que ya estaba curado de sus efectos, cuan equivocado estaba, volver a verla revivió aquello y mucho mas intenso, su perfume exquisito me embriagaba mas profusamente, ambos experimentamos lo mismo, y aunque hacíamos lo imposible por ocultarlo estoy seguro de que las personas a nuestro alrededor se percataron de aquel flirteo cómplice, de esas miradas cargadas de electricidad, la que se podía sentir inclusive en el aire los momentos que coincidíamos; y asì las cosas volvieron a pasar, no se puede luchar contra las leyes de la naturaleza.

Pero también es una gran verdad que nuestros actos pasados interfieren en el presente, eso y la maledicencia, ¿Por qué será que existe tanta? ¿Por qué hay quienes no pueden vivir su vida y dejar vivir a los demás? Preguntas quizás sin respuesta, han existido desde que el hombre es hombre y seguirán inconclusas hasta el final.

Como ya lo dije todo pasa, y ya pasara algún día; hasta mientras a aguantar como los machos, no se que pasara mañana, solo se que agradezco al Ser Supremo, sea cual fuere el nombre con el que los hombres se dirijan a él (Dios, Ala, Yhave, Jehová, etc.) por haberlo vivido, ha sido una de las aventuras mas bellas que he vivido, aunque en la realidad no la considere como tal, sino como algo mas profundo. Y es que hasta los seres como yo tenemos sentimientos, y creemos en un Divino Creador que lo ve y juzga todo, aunque no seamos muy practicantes de las religiones que abundan en este mundo.

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